Esta anémona posee una larga base pedunculada que le permite enterrarse parcialmente en sedimentos blandos o instalarse en grietas. Sus tentáculos, dispuestos en múltiples hileras, son largos, móviles y de colores variables, desde grisáceos o marrones hasta rosados o violáceos. En Canarias, habita zonas arenosas cercanas a estructuras rocosas. Es capaz de retraerse completamente si se ve amenazada. Suele pasar desapercibida por su aspecto mimético.