En las zonas arenosas o arenales, el sustrato móvil dificulta la fijación permanente de los cnidarios, pero algunas anémonas, como Cerianthus membranaceus, pueden enterrarse en la arena y formar tubos protectores, adaptándose a este ambiente.

En las zonas arenosas o arenales, el sustrato móvil dificulta la fijación permanente de los cnidarios, pero algunas anémonas, como Cerianthus membranaceus, pueden enterrarse en la arena y formar tubos protectores, adaptándose a este ambiente.