Es una anémona poco común, descrita hace relativamente poco tiempo, que habita principalmente en el centro del archipiélago macaronésico (Canarias y Madeira). De tamaño mediano, puede alcanzar unos 5 cm de altura. Presenta una coloración rosada, pardusca o verdosa, salpicada de numerosos puntos negros sobre la columna corporal, un rasgo distintivo que le da nombre y permite diferenciarla de otras especies del mismo género. Sus tentáculos son relativamente cortos y semitranslúcidos, dispuestos en varias hileras. Vive desde el intermareal hasta los 10 metros de profundidad, en zonas sombrías, bajo piedras o en grietas poco profundas. Puede confundirse con juveniles de Actinia equina o A. mediterranea, aunque estas carecen de los puntos negros característicos.