Es una anémona tropical que habita fondos arenosos o fangosos del Atlántico occidental y el Caribe, donde suele enterrarse parcialmente dejando visibles solo sus tentáculos. Posee una coloración espectacular: bandas rosadas, blancas, anaranjadas o amarillas que irradian desde la boca hacia los tentáculos, lo que le confiere un aspecto floral distintivo, de ahí su nombre "flosculifera" (portadora de flores). Puede alcanzar diámetros de hasta 10 cm cuando está expandida, aunque suele pasar desapercibida por su hábito semienterrado. Como rasgo curioso, puede retraerse rápidamente bajo la arena al mínimo estímulo, mostrando una notable capacidad de camuflaje. Este comportamiento, junto con su diseño vistoso, la convierte en una joya escondida de los fondos blandos costeros.